sábado, 9 de agosto de 2008

FIESTAS DE LA BELLA Y SAN ROQUE



Bueno gente ya estamos en las fiestas de la Bella y San Roque!!!

Nuestras fiestas comienzan el dia siete de agosto con le traslado de la virgen desde el camarin al altar mayor, un acto muy emotivo al que acuden muchisimas personas cada año.

La Virgen es trasladada por los costaleros de la hermandad.

A continuacion os dejo una noticia del huelva informacion en la que podeis comprobar la importancia del traslado...y que mas decir...QUE FELICES FIESTAS A TODO EL MUNDO!!!.


Los cinco minutos más intensos
Miles de personas se congregaron ayer, en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, para presencia el traslado de la imagen de Nuestra Señora de la Bella desde su camarín hasta el altar mayor

Los cinco minutos más intensos en la vida de Lepe cada año. Miles de personas se congregaron ayer, como cada 7 de agosto, en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, para presenciar como el grupo de costaleros trasladaba a la imagen de Nuestra Señora de la Bella desde su camarín al altar mayor de su parroquia. Lepe entero vibro un año más con el emotivo traslado de la Patrona de Lepe. Traslado que marca cada año el inicio de las fiestas patronales que cada mes de Agosto se llevan a cabo en Lepe. Desafiando al intenso calor, miles de personas llegaron al templo mucho antes de la hora marcada, la una de la tarde, con el fin de no perderse uno de los momentos del año más importantes en lo que a la devoción a La Bella se refiere.

Cada 7 de agosto la virgen Bella recorre el corte itinerario que la separa del Altar Mayor en una cita muy breve pero con una intensidad emocional. La portan los costaleros habituales de la patrona de Lepe, los mismos que la portarán en solemne procesión durante la noche del quince de agosto.

Los leperos rememoran con esta actividad la gesta de aquellos vecinos que salvaron la imagen de la Virgen de La Bella en el año 1835 de ser trasladada al convento de La Rábida, como ordenaba la desamortización de Mendizábal, lo que se hizo con un recorrido que cada año marca el inicio de las fiestas patronales del municipio.

A la una en punto, el hermano mayor de la Hermandad de La Bella, Jesús Cortés, abría el cerrojo de la puerta que separa el altar mayor de la parroquia del camarín de la Virgen, coordinados por Cayetano Toronjo, que cada año es el "capataz" de esta inusual procesión. El recorrido sólo tiene una parada. A medio camino, los cargadores levantan la imagen para que pueda ser vista por la gente agolpada en la iglesia.

Un segundo de parada y se enfila la puerta principal del altar, en el que la Virgen estará hasta que el 15 de agosto salga en procesión por las calles del municipio, en el día de su onomástica. Tras el traslado durante la tarde, el Altar fue engalanado con todo tipo de flores y elementos ornamentales para que la patrona de Lepe procediera a presidir la solemne novena religiosa que cada noche y hasta el 15 concentra el interés y devoción de los feligreses de Lepe.

La predicación corre a cargo de estos días por cuenta del sacerdote Carlos Javier Rodríguez, párroco de La Antilla que ha sido invitado por la Hermandad para que participe de los actos religiosos de la Bella. Unos actos que tendrán una jornada central muy especial, la Función Solemne del día 15 que será el momento en el que la Bella recibirá la nueva media luna de oro que le ha preparado la Hermandad.

viernes, 6 de junio de 2008

Origenes de la Virgen de la Bella


ORÍGENES DE LA DEVOCIÓN MARIANA: HISTORIA Y LEYENDA

Los orígenes de la advocación de la “La Bella” están íntimamente ligados a la Orden franciscana. Según sus más antiguos cronistas -F. Gonzaga, y F. Waddingo- el primer convento franciscano de Lepe fue fundado, con el título de “San Francisco”, en el año 1430 por el noble don Francisco Luján o Luxá, dotándole suficientemente de sus bienes. Estaba emplazado en un lugar solitario, a 3 millas de Lepe y a 1 milla del pago o heredad llamada Torrevillamarín, próximo a la Torre del Catalán (torre vigía) y a “El Terrón” (puerto pesquero de Lepe), en la desembocadura del río Piedras.

Otros autores narran que en el año 1488 los frailes franciscanos que habitaban el convento de “San Francisco del Monte” o “San Francisco el Viejo” -que es el fundado en 1430- se trasladaron a la ermita de Ntra. Sra. de los Remedios, cerca del puerto de “El Terrón”, para fabricar nuevo convento. Paralizadas las obras por espacio de seis años, en 1494, al atardecer del día 15 de agosto -cuando se hallaban los religiosos y el padre guardián de paseo por el citado puerto- tuvo lugar la llegada de una embarcación, tripulada por tres marineros, que les entregaron una caja o arcón de madera, cuyo interior contenía la sagrada imagen de la Bella.

El padre Ángel Ortega nos narró la hermosa “Leyenda” sobre el “Hallazgo” o aparición de la imagen de Virgen de la Bella. Para ello se inspiró en un manuscrito del año 1714, original de fr. Felipe de Santiago -morador en aquella fecha del convento de La Rábida-; donde se recogen algunas de las apariciones más importantes de la Virgen en la zona occidental de la archidiócesis de Sevilla, a la que pertenecía Lepe en la jurisdicción eclesiástica, ya que hasta 1953 no se creó la diócesis de Huelva.

El citado padre Ortega refiere que fr. Fernando de San José, hijo de Lepe y residente en nuestro convento de “La Bella”, fue el primero que consignó por escrito -en el año de 1673- la “Leyenda” tradicional del “Hallazgo” de la imagen. He aquí el texto:

“El día de la Asunción (15 de Agosto), por los años de 1484, paseaban el Padre Guardián y los religiosos a orillas del Terrón. Una lancha, tripulada por tres robustos y jóvenes marineros, toma la embocadura del estero y viene a varar frente a los religiosos. Saltaron a tierra y sacaron una caja que conducían en la embarcación, saludaron a la Comunidad y les suplicaron que la guardasen en el convento hasta que tornasen por ella. Durante varios años (¿nueve años más o menos?) estuvo custodiada en el cenobio. Un día, por cierta inspiración interior, un Hermano de la Orden Tercera de San Francisco pidió con mucha insistencia permiso al Padre Guardián para abrir el arca, en presencia de la Comunidad. Apareció la sagrada Imagen, ante la que todos exclamaron unánimes: ¡Oh, que Bella! ¡Es como la del cielo! La colocaron en el retablo mayor de la iglesia y la noticia del hallazgo se divulgó por todos los pueblos de la comarca, que acudían a las plantas de la señora, atraídos por su hermosura, y ofrecían sus limosnas para ayuda de la fábrica del convento que se construía. Desde entonces le quedó consagrado el título de Ntra. Sra. de la Bella…”

Los marqueses de Ayamonte, don Francisco de Zúñiga y Guzmán, y su esposa, doña Leonor Manrique de Castro, determinaron que dicho eremitorio pasase a ser convento perfecto, a sus propias y comunes expensas, para que los pescadores que asistieran a la pesca en “El Terrón” no careciesen de ministros evangélicos que, con su ejemplo y doctrina, diesen pasto espiritual a sus almas. En el año 1513 hicieron perfecta donación de toda su fábrica a los Religiosos Franciscanos Observantes de la Provincia Bética , quedando el convento con el título de “Santa María La Bella”.